A veces, sonreír es la mejor forma de contribuir a cambiar el mundo.

viernes, 21 de julio de 2017

Mañana se va a rendir

Qué época complicada cuando tenés que rendir finales de la facultad. Momento intenso de la vida de un estudiante en donde se ponen en juego un montón de factores cruciales, de los cuales depende tu rendimiento académico.

Infinidad de preguntas pasan por la cabeza de un estudiante en este momento:
- ¿No es mejor irme de vacaciones unos días y volver con las pilas recargadas?
- ¿Me voy de viaje y me llevo los apuntes?
- ¿A quién carajo le interesa este tema que estoy estudiando?
- ¿Para qué me va a servir este tema de mierda que estoy resumiendo?
- ¿Esta unidad entra también?
- ¿Esto lo dieron en clase?
- ¿Cómo tomará la profesora?
- ¿Cuántas oportunidades me quedan para rendir este final?
- ¿Llegaré con todo?
- ¿Y si no rindo un carajo?
- ¿Y si esta carrera no es lo mío?
- ¿Y si mejor me pongo un parripollo o un puesto de panchos?

Así las dudas van escalando en profundidad hasta llegar a replantearte, incluso, por qué te llamás como te llamás. 

Pero lo más increíble de este proceso son las emociones que están asociadas. Los estudiantes entramos en un periodo de desolación y consolación constante. Un proceso vertiginoso en donde primero estás contento con lo que estás aprendiendo, y de repente te asalta una pregunta, que luego de sucesivas respuestas inconclusas te hace querer ser un ficus o un potus que lo único que le importa es hacer la fotosíntesis.

Voy a ejemplificar: Estás estudiando una de las unidades que entran para el final. No entendiste un concepto que explica el libro. Un impulso te lleva a ver cuántas hojas te faltan para terminar la unidad. Te das cuenta que faltan muchas. Te desmotiva. Ves cuántas unidades te faltan para terminar de preparar la materia. Te desmotiva más. Te replanteas si rendir o no. Te replanteas tu vida entera. Tenés ganas de llorar. Vas a agarrar algo para comer de la heladera. Volvés y tratás de mentalizarte para seguir adelante. Entendés el concepto que antes no entendías. Seguís estudiando con toda la motivación del mundo. Y todo esto en un lapso de tiempo de aproximadamente 2 minutos. Una locura.

Es insalubre vivir con esa vorágine de sentimientos los 15 o 30 días que dura el periodo de finales. Ahí es cuando buscás un grupo especialista que te ayude con estos cambios en el estado de ánimo. ¿Llamás a un psicólogo? ¿Llamás a un psiquiatra? ¿Entras a foros de autoayuda? Nada de eso. Abrís el grupo de Whatsapp de tus compañeros de facultad y buscás un aliado, un cómplice, un amigo con el cual preparar ese final.

Finalmente encontraste tu salvación. No significa que los estados de ánimos variables cual montaña rusa del Parque de la Costa cesen, sino que al menos te sentís comprendido. Todo se vuelve más ameno al estudiar de manera conjunta.

Pero preparar finales en una época en donde el resto de los mortales tienen vacaciones es más difícil que desactivar una bomba nuclear si sos daltónico y no entendés nada de bombas nucleares. Porque estás en la constante disyuntiva entre estudiar o salir; estudiar o juntarte con tus amigos; estudiar o mirar un capítulo de la serie; estudiar o salir a caminar. Y ahí es donde algunos de los soldados más fieles al estudio caen por obra de la tentación. Logran superar la culpa, y aprovechan sus vacaciones en detrimento de la satisfacción de sacarse un final de encima.

Pero esa decisión de patear un final para más adelante no fue una cosa de un día para el otro. Fueron pequeños acontecimientos en donde uno va moviendo la varilla hacia el lado de descansar mental y físicamente, o la de hacer un último esfuerzo.

Me está pasando que a cada persona que le mandás un mensaje para ver si se quiere juntar a cenar "tranqui", en contrapartida te invita a salir de joda. Y por más de que les digas que no, ya una semilla de fiesta bolichera se ha instalado en tu mente. De a poco empezás a cantar "despacito", a hacer fondo blanco de la botellita de agua, a bailar en la ducha... Y el momento cúlmine es cuando, no sólo cantás "despacito", sino que lo hacés con la versión remix de Justin Bieber y emulando su acento castellano incomprensible. Ahí ya está todo perdido macho.

Particularmente, tengo pegada una canción de esas que se escuchan en el boliche. Ya pasó un poco de moda, pero es tan repetitiva que termina por instaurarse en tu memoria como lo hacen las Lagartijas de Árbol Boliviano en los nidos de los pájaros. De un momento a otro las ganas de estudiar se extinguen, como este tipo de lagartijas extinguió al Dodó, al Cucú y al Nené. (Si no entendés la analogía es que no mirás Los Simpsons, y como no mirás Los Simpsons no merecés seguir leyendo).

La canción en cuestión es "La noche no es para dormir" de Mano Arriba. "Así que andate con tus amigos..." Esa misma, sí. Esa misma que te hace cantarla cual borracho empedernido en todo momento. 

Para contrarrestar el efecto desestabilizador de estudio que tiene esa canción, y en memoria de todos esos compañeros que se nos bajaron un día antes del final para poder salir de joda, le cambié la letra a la canción. Ojalá les sirva para cantarla cuando sientan que necesitan fuerzas para seguir estudiando y resistir la tentación de salir y romperse la pera.

🎤🎤🎤🎤🎤🎤

Aclaro que yo no sé nada
Pero si fuera por mí
Hubiese estudiado todo
Hasta el minuto en que te escribí

Un mensaje preguntando 
Si vos planeabas rendir conmigo
Y la clásica respuesta:
"Salimos y nos partimos 🍻🍺🍹🍷"

Ah bueno entonces listo
Te clavo el visto y nos vemos.
Mira si no voy a estar en mi casa
Cagado en las patas, estudiando banda
Y vos de gira tomando ferneee'.

Apunte en mano, lo voy ojeando
La compu prendida, voy repasando
No puedo colgar el final otra veeeez.

Así que andate con tus amigos
Mejor así no me tienta el vino
Voy a dormiiiiirrrrr
Porque mañana se va a rendir
Mañana se va a rendir

Así que andate con tus amigos
Mejor así no me tienta el vino
Voy a dormiiiiirrrrr
Porque mañana se va a rendir
Mañana se va a rendir.

(Repite desde el principio hasta que te de ganas de seguir estudiando;
o te des cuenta que no llegás a preparar al final y te sumes a tu amigo a la salida)

 🎤🎤🎤🎤🎤🎤



Anexo:
Si no conocés el capítulo de Los Simpsons que tomé como ejemplo, te lo dejo acá abajo. Lo mismo si no conocés la melodía de la canción de la que hablo.